lunes, 4 de agosto de 2014

El sabor agridulce de la espera

Decisiones. La vida está llena de ellas. Nos empujan, nos frenan, nos desvelan. Si tan solo hubiera un camino sería mucho más sencillo… y nuestra existencia carecería de sabor.
Resulta curioso, pero las dos mujeres que me acompañan tienen la mirada verde como el mar. Una me zambulle en la sensualidad esmeralda de las olas cuando alcanzan a besar la arena blanca. La otra me arrastra a las simas profundas donde el Mediterráneo esconde sus secretos. Dos matices, dos formas dispares de sentir. Pero comparten mucho más que eso. Las dos se plantean qué camino tomar: la certeza del regreso añorado o la aventura de un futuro por descubrir.
—Buenas noches, Patricia ¿Ya conoces a Victoria?

—Eva me había hablado de ella, pero no había tenido el placer hasta esta noche. Hemos estado charlando mientras te esperábamos.
—No sé si sabéis que tenéis mucho en común…
—¿Tú crees? —dice Victoria lanzándome un gesto cargado de curiosidad.
—Después de vuestras respectivas vivencias creo que las dos os estáis planteando la posibilidad de un retorno.
—¿Tú quieres volver a Eterna? —pregunta Victoria, girándose hacia su recién adquirida amiga.
—La cuestión no es si quiero o no quiero. La cuestión es que tengo que volver.
—Oh.
Victoria me mira con los ojos entornados.
—¿Qué has hecho? —me espeta, dulcificando su acusación con una sonrisa malévola.
—Con el tiempo se verá —contesto en tono misterioso.
—¿Y tú, vas a volver a…? —comienza a decir Patricia, pero no tengo más remedio que cortarla.
—Si te dejo continuar desvelarías demasiadas cosas, lo siento.
—Sí, es cierto… ¿pero lo harías? —interpela a su compañera. Parece tener verdadero interés en saber su respuesta.
—Es una pregunta muy difícil de contestar. Hay demasiados sentimientos involucrados.

El verde forestal que tinta el iris de Victoria se vuelve tan oscuro como sus pensamientos. Lo entenderéis todo en cuanto os perdáis entre las páginas de Mis noches en el Ideal Room.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, no entiendo mucho este sistema, ni otros... Te decía que sí, que quiero volver a sentir la magia y el amor de "nuestros" personajes en Ideal Room, queremos que nos vuelvas a llevar a esa realidad mágica que describían tantos autores americanos y que tu, nos sigues presentando con Mel que existe y está ahí. Salud Mila. Ay la espera, seguimos aquí, a

Anónimo dijo...

Estoy desesando que nos dibujes esos caminos misteriosos de tus misteriosos personajes, porque nosotros, tus lectores, nos perdemos en las páginas, atrapados por la magia narrativa de tu buen hacer.
Un abrazo. Asun

Mila Martínez dijo...

Aunque la entrada dé pie a otra cosa, nuestras chicas de No voy a disculparme y de Mis noches en el Ideal Room solo se encuentran en el ambiente mágico del Beso de Luna. Gracias por esperar, amigas. Ya queda menos... Un abrazo a las dos.