lunes, 27 de septiembre de 2010

Ellas preparan la fiesta del viernes

Hoy sí. Esta tarde hemos tenido que refugiarnos en nuestro rincón interior del Beso de Luna. La brisa que nos regaló el mar, durante el recorrido hasta la villa entre las pérgolas desiertas del jardín, provocó que nuestra piel se erizara de frío. Ha descendido la temperatura de repente y el otoño asoma la cabeza reclamando el protagonismo. Nuestras chicas están nerviosas. Se percibe en el aire. Doce ojos brillantes de excitación me observan esperando que revele los planes para la noche del próximo viernes. La fiesta que se prepara para el 1 de octubre va a ser espectacular. — ¿Entonces nos mezclamos entre la gente, por fin? —pregunta Carla con semblante concentrado. — A mí parece un plan perfecto. Se de mucha gente que va a estar escrutando cada rincón esperando descubriros, buscando un rasgo familiar, anhelando que el codo que les roce pertenezca a alguna de vosotras —digo añadiendo un grado más de tensión en el ambiente. — ¿Quieres decir que acudirá tanta gente como para permitirnos jugar al escondite? —pregunta Eva socarrona. — Apostaría por ello. Tenéis más tirón del que os imagináis… — Incluso una de nosotras podría hacerte alguna pregunta, como si fuera una lectora más… —propone Patricia con una sonrisa traviesa. —Puedes llegar a grados de maldad insospechados… —le digo riéndome. —La culpa es tuya, ya sabes —replica clavándome la mirada. —Lo reconozco —digo poniendo mi mejor cara de chica buena. —Excelente idea, la verdad. ¿Y después? —pregunta Mel. —Quedáis en algún sitio a tomar algo y acudís al SOM COM SOM a partir de las 23.30 —Pero no podremos entrar todas juntas…—señala Sara con ojos curiosos. —No te preocupes, cariño, en la cena nos pondremos de acuerdo y acudiremos por parejas a distintas horas —plantea María. —Estupendo. Pero no os demoréis mucho porque Vicky os espera. Me ha dicho que nos va a preparar un Agua de Valencia espectacular… Además no os podéis imaginar la cantidad de chicas que estarán ansiosas esa noche mirando a su alrededor. —Desde luego, nos metes en unos jaleos… —replica Eva, respondona como siempre. —Sé perfectamente que te divierte este jueguecito tanto o más que a las demás, así que no te quejes tanto…—le contesto sonriendo. —Está excitada como una adolescente. Venía contándome en el coche las ganas que tiene de que llegue el viernes…—se ríe María propinándole un beso en la boca. Eva simula enfadarse con ella, intentando apartarla, aunque la risa que se adivina en sus ojos es clara muestra de lo contrario. Ya sabéis, chicas, ¡vais a estar en el SOM COM SOM con todas ellas! Os reto a descubrirlas… Para las que todavía no lo sepáis, SOM COM SOM está en la calle Cádiz, 75 de Valencia.
Vicky, prepárate. Allá vamos...

lunes, 20 de septiembre de 2010

Todas se apuntan a un jueguecito

A pesar de que algunas personas, en estos días que preceden al otoño, se decantan por ocupar las salas interiores del Beso de Luna, son muchos y muchas los que esta noche se arremolinan, con la discreción que la curiosidad les permite, en las cercanías de la mesa que ocupo con nuestras amigas en el jardín. Difícil pasar desapercibidas, la verdad. Sara, Patricia, Eva, María, Mel y Carla se han reunido conmigo, y con vosotr@s, claro está, en su rincón preferido de esta villa paradisíaca al borde del Mediterráneo. La brisa comienza a erizar la piel de casi todas. Hace fresco a estas horas, y todavía más en estas noches que huelen a inmediata tormenta otoñal. Pero nos resistimos a abandonar nuestro refugio de verano en este maravilloso emplazamiento. La camarera se aproxima con la bandeja repleta de Besos de Luna y los va depositando, haciendo alarde de una energía joven y vigorosa y de una clara sonrisa de triunfo —por algo ha sido elegida para servir nuestra mesa—, ante cada una de nuestras chicas. — ¿Por qué vamos a brindar? —pregunta María dirigiendo hacia mí sus vivos ojos azules. — ¿Por el evento al que acudiremos en breve? —respondo levantando mi copa hacia el centro de la mesa. —Por el evento —contestan al unísono entrechocando sus cócteles con tal algarabía que algunas gotas saltan de las copas perfumando el aire. — ¿Cómo vamos a hacerlo? —dice Mel divertida. — ¿Cómo proponéis? —le devuelvo la pregunta con una sonrisa cómplice. —Podríamos rodearte como si fuéramos tus guardaespaldas, todas de negro y con gafas oscuras —contesta Carla riéndose. —Sería más interesante si nos entremezcláramos entre la gente —propone Patricia en tono provocador. —Claro, e intentar pasar desapercibidas, ¿no te j..? —suelta Eva con una sonrisa de medio lado—. Sobre todo tú, que eres de lo más discreto —continúa dirigiéndose a Patricia. —No es mala idea —añade Mel. Todas juntas llamamos claramente la atención, pero mezcladas entre los asistentes es otra cosa. Eso nos permitirá escuchar los comentarios y conocer una opinión más directa de nuestro público. —Podemos intentarlo. ¿Qué pensáis? —pregunto mirándolas a todas. —Por mí, encantada —dice Patricia con una sonrisa malévola— ¿Y a ti, cariño, qué te parece? —pregunta girándose hacia Sara. —Lo que decidáis me parecerá bien —contesta sin titubeos, aunque con cierto matiz más oscuro en las mejillas. — ¿Eva? —digo enarcando una ceja. — ¡Vale, como queráis! — ¡Va a ser divertidísimo! —añade María con una sonrisa enorme. —Pues entonces, decidido. Todas allí a partir de las 19:30 ¡y a fingir que no nos conocemos! —digo riéndome mientras vuelvo a levantar mi Beso de Luna y hago chocar mi copa con la de nuestras chicas, todavía con más estruendo, si cabe, que en el brindis anterior. Así que el viernes, 1 de octubre, a las 19:30, nuestras amigas jugarán a esconderse entre vosotr@s en la librería BiblioCafé, Amadeo de Saboya, 17 de Valencia. Y, después, a partir de las 23:30 continuaremos con nuestro camuflaje en la fiesta que Vicky nos ha montado en el SOM COM SOM, el pub de moda de Valencia en la calle Cádiz, 75. Allí habrá más ejemplares a la venta del libro que nos desvela cosas nuevas de nuestras chicas. ¿Os atrevéis a desenmascararlas entre la gente? ¡Aceptad el reto!

martes, 14 de septiembre de 2010

Eva nos anuncia algo

Sigo la mirada de la camarera y puedo leer en sus labios la frase que desliza al oído de una de sus compañeras: “Me dejaría comer entera”. En aquel momento ya tengo claro que Eva está recorriendo el sendero sembrado de candeleros que lleva hasta mi mesa. Un segundo después la veo aparecer y no puedo evitar que se me escape una sonrisa. Ella me mira con el ceño fruncido, algo mosqueada. Se sacude el flequillo hacia atrás y sus ojos oscuros echan chispas. Se ha desprendido del estilo sobrio que le otorgan sus trajes de chaqueta de abogada agresiva, para meterse dentro de una camiseta negra y unos vaqueros de cintura baja, en cuyos bolsillos esconde las manos como para protegerse de algo. — ¿Qué pasa? —Nada, siéntate —le digo riéndome mientras me acerco a besarla. — ¿Y esas risitas? —Es por algo que ha dicho la camarera nada más vertele suelto divertida—. Por cierto, ahí viene. —Tráeme uno de esos —le lanza señalando mi Beso de Luna. —Te lo sirvo en un minuto —le contesta la joven en un tono que hace pensar que, con la copa, viene ella incluida nadando desnuda dentro del cóctel. Eva, imperturbable, le aguanta la mirada sin pestañear. No puede perder su reinado de chica dura… Espero a que se aleje y observo la cara seria de Eva muerta de risa. —Desde luego, espero que María no te deje nunca, o no podrás salir a la calle… —Paso. —Vale, cambio de tercio. ¿Nos vas a hablar de tus amigas y su nueva situación? — ¿Qué quieres saber? —Por ejemplo, lo que opinas de lo de Mel y Carla… — ¿La verdad? —Por supuesto. —Una putada. Mel lo lleva bien porque en el fondo es una buenaza y la morena la vuelve completamente loca. Pero a Carla, ya le vale… —Bueno, creo que ambas han tomado una decisión de la que no se arrepentirán… —Eso espero. Sobre todo, por Mel. —Bueno, y Patricia… —Me parece tremendo lo que ha hecho. Además, casi no lo cuenta… —Sí, eso me pareció oír…—digo sonriendo traviesa. En ese preciso instante regresa la camarera y deja un flamante Beso de Luna ante Eva. —Tu copa —le dice mirándola con atrevimiento. Eva suspira y le suelta: —Cariño, tu mamá te está esperando en casa. La muchacha le sonríe con su mejor cara de Lolita pervertida y se aleja simulando estar ofendida. Me encanta la escena. Presenciar las reacciones que provoca Eva, especialmente en el género femenino más joven, es divertidísimo. Sobre todo porque consiguen sacar su parte más borde. —Bien —digo tragándome la risa—, creo que has venido a comunicarnos una primicia. —Pues sí, las chicas y yo vamos a acompañarte el viernes 1 de octubre a la presentación de esa aventura que has creado para nosotras: Tras la pared. —La verdad es que me resulta muy difícil ir a cualquier sitio sin vosotras… —Ni te atrevas. —No lo haré. El viernes, 1 de octubre, a las 19:30, estaremos todas con vosotr@s en la librería BiblioCafé, Amadeo de Saboya, 17 de Valencia, en un entorno cálido invadido de amig@s, vino, libros y más… Y, después, a partir de las 23:30 continuaremos la fiesta en el SOM COM SOM, el pub de moda de Valencia en la calle Cádiz, 75, hasta que el cuerpo aguante. Allí habrá más libros, para l@s rezagad@s... Os esperamos.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Patricia lanza una pregunta al aire

Este es uno de los momentos más atractivos del año para disfrutar del Beso de Luna. La marabunta del verano se ha ido dispersando, buscando otras rutas, conquistando nuevos puertos, mientras quedan los habituales para disfrutar sin agobios, casi con indolencia, del ambiente relajado del local, para dejarse mecer por la brisa refrescante de los días que nos conducen al otoño. Hoy tenemos una cita con Patricia, que viene a desvelarnos otro ingrediente de los que componen nuestro elixir secreto. Aunque es el último que vamos a descubrir… Habrá que salvaguardar algo de misterio. Se acerca a la mesa con el cóctel en la mano. Ella no es de las que esperan a que le lleguen las cosas. Sale a buscarlas. —Veo que vienes ya armada —le digo dibujando la sonrisa más borde que se me ocurre. Sonríe con suficiencia, deja su copa sobre la mesa y se acerca a besarme. —Sabes que no me gusta esperar… —Lo sé yo y bastantes personas más, por lo que me han comentado —contesto divertida. —Bueno, me alegro de que empiecen a aproximarse… —Me temo que les queda bastante por conocer de ti. —Tiempo al tiempo. No hay prisa —me suelta con un latigazo de sus iris verdes, mientras se acerca el Beso de Luna a los labios. Da la impresión de que va a beber, pero no. Cierra los ojos, como si de un ritual se tratase, se relame, anticipando el placer, y por fin deja que su boca se llene con una cantidad generosa del líquido amable. Me mantengo a la espera de la reacción, hipnotizada por su gesto concentrado, sensual, y de nuevo la veo entornar los ojos, hiriendo el atardecer con un parpadeo estremecedor. No soy capaz de articular palabra. —Dulce y excitante. Zumo natural de mango y manzana —revela modulando la voz, acariciando las palabras. Y luego habla de la voz de Sara… —Bien. Hasta aquí podemos leer… —Hasta aquí —repite sonriendo sutilmente. —Pero creo, además, que tú venías esta tarde a plantear un reto a tus seguidores… —Efectivamente. Tengo curiosidad. Me gustaría saber cómo me ven, y por eso quiero formular una pregunta. —Adelante. — ¿A qué actriz creéis que le darían mi personaje si se llevara esta saga al cine o a la televisión? —lanza enarcando una ceja. Ahí queda la provocación, vosotr@s diréis…

miércoles, 1 de septiembre de 2010

El ingrediente secreto de Carla

Ha comenzado septiembre, pero en el Beso de Luna nadie parece dispuesto a despedirse del verano. El local está a rebosar de gente absorbiendo los últimos coletazos de calor entre las pérgolas. La veo acercarse con aire discreto pero decidido. Siento el suave roce de sus labios en mi mejilla, pero lo que me subyuga, sin duda alguna, es su aroma. Ya no me acordaba. Carla y el azahar… —Compruebo que algunas cosas no cambian nunca —le digo con una sutil sonrisa al separarme de ella. — ¿Lo dices por el perfume?—me pregunta con un centelleo de malicia en sus enormes y arrebatadores ojos castaños. —No tenía idea de que te hubieras reencontrado con aquella misteriosa mujer de la tienda de París… —Ya me hubiera gustado… pero no, no lo he hecho. He descubierto otro perfume que se parece mucho, aunque no tenga los mismos poderes… —Bueno, si no tiene los mismos, los tiene similares…—le contesto enarcando una ceja. Carla se sienta frente a mí y cambia de tercio con maestría. — ¿Te has pedido un Beso de Luna? —Sí. ¿Quieres uno? —le pregunto mientras busco con la mirada a la camarera. Ella capta al instante la mirada de una a lo lejos, lo que no me extraña lo más mínimo, y le hace una señal. En dos segundos se planta ante Carla con una actitud irrefutable. Está claro que le serviría lo que hiciera falta…aunque tuviera que ir a buscarlo a Saturno. Sin embargo ella finge ignorar las reacciones que provoca a su alrededor, comportándose con la austeridad más absoluta. La camarera se aleja rauda para conseguir su copa. —Por cierto, ¿qué tal con Alejandra? —Totalmente enamorada —contesta sin poder evitar que una sonrisa enorme le atraviese la cara. —Lo entiendo —contesto adhiriéndome a su discreción—. Por cierto, Mel estuvo aquí el otro día y nos reveló el primer ingrediente secreto del Beso de Luna. Creo que tú podrías decirnos algo más… En ese mismo instante la camarera solícita deja el cóctel en la mesa junto a Carla y desaparece, no sin antes obsequiarle con una mirada perlada de ofertas evidentes. Ella se lleva la copa a los labios, los humedece apenas y cierra los ojos echando la melena hacia atrás. Todo un espectáculo que electriza el ambiente. —Tan solo una palabra —dice cruzando las piernas de forma magistral, mientras entorna los ojos enigmáticamente. —De acuerdo. —Vodka. —Nos vamos acercando un poco más a nuestro cóctel seductor…—contesto brindando con ella, consciente de las envidias que despierto en este preciso instante. Compartir un Beso de Luna con Carla, en esta cálida noche de un verano que no quiere terminar nunca…