martes, 20 de septiembre de 2011

Autorretrato con Mel al fondo

Contemplo con una sonrisa el hombro redondeado y la insinuación de un pecho, apenas oculto, tras la túnica que cubre su cuerpo de forma desganada. La mujer de piedra, que mora perennemente en esa esquina, parece estar mirándome con un guiño de ruego seductor. Desde mi sillón en el reservado interior del Beso de Luna, a la espera de que aparezca Mel, no dejo de pensar dónde la he visto antes…

—Lo siento. Se me ha hecho tarde… —me dice aproximándose para besarme.

—No te preocupes. Estaba entretenida —le contesto en tono provocador, señalando la estatua con un leve movimiento de cabeza.

—¿No te aburres nunca, verdad? —pregunta con cierta complicidad.

—Las almas inquietas nunca lo hacemos.

—Bueno, estarás nerviosa. La novela recorrerá la calle dentro de dos días…

—No más que tú, supongo.

—Sí, yo también estoy expectante. Me apetece saber qué opinan nuestrxs amigxas de todo lo que nos has hecho pasar.

—Tú conoces muy bien la sensación. Has estado en mi lugar más veces.

—Cierto. Solo se sabe cuando se ha sufrido —me sonríe—. Es como abrir un mundo y dejar que la gente lo invada, lo colonice, lo haga suyo.

—Exacto. Y produce una mezcla de excitación y pavor… —afirmo, aferrándome a la copa de vino que acaba de servirnos nuestra camarera.

Ella me secunda, aspira el aroma que surge del borde del cristal y lo acerca lentamente a su boca.

—Creo que tenemos algún evento importante a la vista —dice haciendo desaparecer con la punta de la lengua una gota de vino de la comisura de sus labios.

—Vamos a encontrarnos por primera vez con nuestra gente en Madrid. Ya teníamos ganas…

—Desde luego. ¿Qué día?

—El sábado 22 de octubre en Librería Berkana.

—Imagino que concretarás la cita un poco más tarde…

—Por supuesto. Haremos una invitación en condiciones —le sonrío.

—Bien, pues creo que solo nos queda brindar por Autorretrato con mar al fondo y desear que lo disfruten.

Ambas entrechocamos las copas y el tintineo parece conjurar a nuestras hadas madrinas. Mel y yo sabemos muy bien que existen.



A partir de este jueves podréis encontrar Autorretrato con mar al fondo en Librería Berkana (C/ Hortaleza, 64 de Madrid) y Librería Cómplices (C/ Cervantes, 4) de Barcelona. En el resto de España podéis ir pidiéndolo en vuestra librería habitual y lo recibiréis en una semana o diez días como mucho. Aunque si lo queréis tener rápido podéis encargarlo ya en Berkana o Cómplices, que os lo mandarán en un suspiro…

En Valencia podréis encontrarlo en Librería Tirant Lo Blanch (Calle Artes Gráficas, 14), Librería Bibliocafé (C/ Amadeo de Saboya, 17) o la Pirámide de Nuevo Centro, entre otras.

Os espero…

viernes, 9 de septiembre de 2011

Sara en Autorretrato con mar al fondo


Ella hubiera preferido no venir, lo sé. Pero no puedo obviar su presencia en el torbellino general que está a punto de producirse. A Autorretrato con mar al fondo le queda poco más de una semana para ver la luz. El parto está a punto, y qué mejor que una matrona…

—Gracias, Sara —le digo, premiando con una sonrisa sincera su presencia en el Beso de Luna.

—No me has dejado muchas opciones —me contesta tímida pero contundente, como es ella.

Observo sus labios carnosos ligeramente apretados y cómo se aferra a su cóctel como a una tabla de salvación. Mantiene la mirada baja, pero al cabo de un instante levanta los ojos y puedo disfrutar de esas dos perlas negras encendidas que encierran secretos inconfesables.

Sara es un volcán envuelto para regalo en terciopelo.

—¿Cómo te sientes tras esta nueva aventura que vamos a compartir con los demás?

Se toma su tiempo, saborea un sorbo de su copa y vuelve a mirarme con los ojos levemente nublados, como si un velo misterioso hubiera cubierto su iris.

—Extraña, desubicada.

—¿Entiendes todo lo que ha pasado?

—En absoluto. Pero sabes que lo respeto, es tu decisión.

—Bueno, las decisiones no siempre las tomo yo, lo sabes. En ocasiones disfrutáis de una independencia que llega a asustarme.

—¿Tú crees? —me recrimina tímidamente, clavándome sus ojos oscuros incapaces del más mínimo rencor.

—Estoy segura. De todas formas, dejaremos que lxs lectorxs opinen, ¿no te parece?

—Sí, será lo mejor.

Sara es así, discreta pero intensa a su pesar, dulce y férrea a un tiempo. Lo que para muchxs significa dar un paso, a ella le supone quebrar mundos. Y a pesar de ello, no se detiene.

Poco más de una semana para el caos. Autorretrato ya huele a mar…