¿Por qué nos conformamos?
Imaginad que
una burbuja nos cobija. En ese espacio disponemos de agua corriente,
electricidad y comodidades que nuestros antepasados nunca hubieran soñado. Disfrutamos
de comida, bebida, libros, música, televisión, Internet y algún pequeño lujo. Quedamos
de vez en cuando con nuestras amistades y con nuestra familia. Celebramos cosas.
Podemos pensar, decir lo que pensamos e, incluso, defender nuestras ideas.
Somos
felices.
Ahora suponed
que los límites físicos se estrechan cada día un centímetro, que esos alimentos se
reducen cada semana en cien gramos, que ya no hay dinero para libros, música ni
lujos, que la comunicación entre las personas se hace cada vez más difícil y
que la tele nos adocena a cada minuto un poco más; que ya no podemos salir sin
que nos observen; que nos arrebatan, mes a mes, a alguien que nos caldea la
vida.
Que hablamos
cada vez menos. Y más bajito.
Ya no somos
tan felices.
Sin embargo,
nos encerramos en nuestra isla y seguimos disfrutando del ambiente seguro del
que llamamos nuestro hogar, a pesar de que el espacio es más estrecho, la
comida más escasa y el frío aumenta. Echamos de menos a algunas personas, pero sobrevivimos.
Es más, observamos alrededor y descubrimos a cientos que no pueden caminar un
metro dentro de su cubículo. No obstante, aún tenemos una habitación donde
dormir; pequeña, pero permite que nos tumbemos.
Todavía no
nos preocupamos en exceso.
Hasta que llega
un punto en que solo podemos descansar con las piernas encogidas; en que solo
comemos basura y bebemos agua turbia. Ya no hay libro, canción ni imagen que
nos alimente el alma, ni pensamientos que puedan expresarse en voz alta.
Y, por fin,
alguien estalla.
Me llamo
Victoria. He viajado lejos, he visto muchas cosas. Lo suficiente para comunicaros
que estáis a tiempo de uniros a Insurrectas.
2 comentarios:
Querida Mila, tus personajes hablan de un alma ancha y profunda, donde es necesario utilizar traje de buceo para disfrutar y aprender de las maravillas de la vida.
Muchas gracias por compartir tus creaciones; son un auténtico deleite.
Un abrazo inmenso.
Asun
Muchísimas gracias, Asun. Se te echa de menos. Un abrazo enorme.
Mila
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