jueves, 15 de diciembre de 2011

Autorretrato con Carla al fondo

La veo avanzar hacia el sillón que enfrenta al mío al otro lado de la mesa. Se quita el abrigo tres cuartos y lo dobla pulcramente para depositarlo en el respaldo. Entonces me permito admirar su cuerpo ceñido en un traje de chaqueta negro, sexy, femenino. Creí que iba a sentarse, pero en ese instante sortea el obstáculo que nos separa y se aproxima a mí para besarme, regalándome el contacto con su eterno azahar. En un gesto genuino, dispara su melena hacia atrás y no puedo dejar de pensar que le he hecho representar un papel ingrato en Autorretrato con mar al fondo.

—¿Qué tal Alejandra?

—Muy bien. Está con Mel.

—Por cierto, mientras te esperaba estuve pensando que fue precisamente en este reservado donde sufriste cierto percance una nochevieja.

—Sí, lo describiste muy bien en Tras la pared. Afortunadamente todo quedó en un susto…

—La verdad es que también te ha tocado vivir momentos duros en la última aventura. Te pido disculpas por ello.

—No debes disculparte, ya sabes —me dice, insinuando un amago de sonrisa.

—Lo que tú digas —respondo devolviéndole una sonrisa mucho menos sutil.

—No he sido yo la más perjudicada.

—Soy consciente de ello.

—Pues entonces dejémoslo ahí —concluye con un brillo divertido en esos ojos negros capaces de amedrentar a cualquiera.

—Bueno, cuéntanos lo que más te ha gustado de tu incursión en Autorretrato con mar al fondo.

—La felicidad de mi madre. Hubo momentos verdaderamente entrañables en Bracciano. Y algunas reconciliaciones explosivas…

—Eso me han dicho —la provoco—. Además comisteis muy bien, por lo que me han contado…

—Sí —se ríe—. Sobre todo en el restaurante Al Fresco. Fue tremendo. He vuelto con algún que otro kilo de más.

—Pues no se te nota nada —le contesto con una mirada apreciativa.

—Gracias. Tú qué me vas a decir…

Nada. No le puedo decir nada. Eso es tarea de Mel. Y doy fe de que la realiza con dedicación.

Autorretrato con mar al fondo despejará todas vuestras dudas. Prometido.

4 comentarios:

Mer dijo...

Tu tienes un morro que te lo pisas ¿pero por qué tu puedes hablar con ellas y nosotras no?

Siempre estás igual Mila, nos dices que nos las llevas al SOM, aquí, allá, nos pones los dientes largos, hacemos lo posible para ir a conocerlas y ¡¡¡zas!!! resulta que siempre hay un "reservado" donde están las chicas descansando, con excusas de que están muy cansadas, que les duele la cabeza, que no se atreven a salir por toda la peña que hay...

Creo que deberías decirles que así van por mal camino, que deben de relacionarse mas, dejar que les preguntemos y les digamos cositas.

Enga, va, no seas tímida y consíguenos aunque sea un chat para hablar con ellas ;) jeje

Mila Martínez dijo...

Querida Mer, tienes toda la razón. Siempre en el último momento les entra el pánico escénico... Pero no te preocupes que intentaré arreglarlo. Un besazo.
Pensaré en lo del chat. Prometido.

Anónimo dijo...

Estas chicas s,i que tienen buen fondo (o casi todas,je,je).
Muy Bonito el Restaurant.A ver si pudieramos hacer una escapadita para una cenita...
Bsos.
Tu Fisio (nunca mejor dicho).

Mila Martínez dijo...

No estaría mal... Lo hablaremos. :)