Mi tiempo es limitado.
El futuro se difumina.
Observo cómo los ojos de mis hijos se pierden más allá de mí. Ya no soy el centro de sus vidas, el sostén de su existencia.
La rutina invade el espacio entre Nacho y yo como gelatina
espesa que no logro traspasar.
A través de ese muro es difícil mirarse.
Y, entonces,
en el momento exacto en que no sé si decido
tirar la toalla o si es la toalla quien desea volar lejos de mí,
sucede.
Una bocanada de oxígeno.
Un fulgor olvidado.
Un recuerdo que se vuelve real.
Todo lo real que conozco.
La realidad, esa incógnita.
Pero quiero vivirla.
Mi nombre es Carmen.
Nos vemos en Despierta.
1 comentario:
Querida hermanita: "de natural comunicativo" no es una errata. El significado es que su "estado natural" es comunicativo, vamos, que es habladora y vital.
Por otra parte, los fragmentos que inician cada capítulo están elegidos específicamente para dar pistas sobre el contenido de aquél.
Espero haber despejado mínimamente tus dudas.
Abrazos fraternales.
Mila
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