lunes, 2 de marzo de 2020

Pablo


Hubo un tiempo en que la ciencia solía guiar mis pasos.
Qué iluso fui, tratando de enjaular la vida
dentro de parámetros comprensibles.
No sé si abrí una puerta a lo desconocido
 o lo desconocido vino a mí.
Solo sé que no sé nada y que nada quiero saber
si saber me trae el dolor,
 lo indefinible,
 el terror.

Ahora anhelo lo cotidiano,
 pero nada es sencillo.
 Ya nada es sencillo.

 Me llamo Pablo Aguadulce.
Entrad en 22
Sabréis de qué hablo.



2 comentarios:

Rachel Garval dijo...

Enorme Pablo, me identifico con este fragmento... 22 nos sorprendió, arrancó lo que creíamos saber y lo tiró por la borda.

Mila Martínez dijo...

¡Me alegro mucho! Gracias, Rachel.