Hubo un tiempo en que la ciencia solía guiar mis
pasos.
Qué iluso fui, tratando de enjaular la vida
dentro de parámetros comprensibles.
No sé si abrí una puerta a lo desconocido
o lo desconocido vino a mí.
Solo sé que no sé nada y que nada quiero saber
si saber me trae el dolor,
lo indefinible,
el
terror.
Ahora anhelo lo cotidiano,
pero nada es sencillo.
Ya
nada es sencillo.
2 comentarios:
Enorme Pablo, me identifico con este fragmento... 22 nos sorprendió, arrancó lo que creíamos saber y lo tiró por la borda.
¡Me alegro mucho! Gracias, Rachel.
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