El Beso de Luna se ha erigido en refugio maternal para mi cuerpo, tras haber padecido el empuje del viento insolente que nos acompaña durante estos últimos días. Entre las cálidas paredes del edificio principal, espero la llegada de nuestra invitada, reconfortada con los primeros sorbos de mi cóctel.
No me hace esperar demasiado. Con el cuello del abrigo todavía levantado, se acerca para besarme y puedo sentir el frescor de sus mejillas azotadas por la intemperie.
—Esto es otra cosa —dice Mel quitándose el abrigo con una amplia sonrisa.
El brillo peculiar que aparece en su rostro al realizar ese gesto me hace comprender la locura que arrastra a Carla desde que ella se cruzó en su camino.
— ¿Te pido uno? —pregunto sonriendo a mi vez, mientras señalo mi Beso de Luna.
—Perfecto.
En cuanto la camarera asoma la cabeza por nuestro reservado, le hago una señal blandiendo en alto mi copa, y ella me regala un guiño, alejándose rauda hacia la barra.
—Bueno, tenemos el fin de semana calentito… El viernes la presentación de Ellas y Nosotras a cargo de Elina Norandi, coordinadora del libro, acompañada de la escritora Angie Simonis y de Carmen G. Hernández del Club Alesway.
— ¿Dónde es?
—En el mismo sitio donde hicimos la presentación de Tras la pared, la librería Bibliocafé, en Amadeo de Saboya, 17 de Valencia. Comenzará a las 19:30. Y tengo la seguridad de que será muy interesante… Se trata de una recopilación de estudios lesbianos sobre literatura escrita en castellano.
— No me gustaría perdérmelo ¿Y el sábado? —pregunta dando un primer sorbo al cóctel que acaba de dejar la camarera sobre la mesa.
—El sábado nos vamos de fiesta al SOM COM SOM, en la Calle Cádiz, 75 de Valencia. Me están esperando unas cuantas amigas a partir de las 23 horas para que les dedique Tras la pared. Las que no lo tengan y quieran zambullirse en vuestras aventuras, se lo podrán comprar a Vicky en la barra. ¿Carla y tú vais a venir?
—Yo iré encantada. Carla no puede. Tiene obligaciones en casa, ya sabes…
—Pero Álex…
—Se va fuera con Marcello este fin de semana.
—Bueno, pues si vienes sola ya sabes lo que te espera...
—Estoy acostumbrada —contesta riéndose—. Por cierto, quisiera enseñarte algo.
Del bolsillo interior del abrigo saca un papel doblado y me lo pasa.
— ¿Qué es esto? —pregunto con curiosidad mientras lo desdoblo para leerlo.
—Mi peculiar bienvenida al Papa. Me gustaría que la compartieras con nuestr@s amig@s.
Le lanzo mi mirada más mordaz y ella levanta una ceja volviendo a blandir su sonrisa poderosa.
Aceptando su provocación, comienzo a leer, calentando previamente mi garganta con nuestro elixir particular.
Aquí os dejo su regalito.
Bienvenido Su Santidad:
Ha sido un honor para mí contar con su Santa Presencia en este país como representante máximo de Dios en la Tierra, y constatar que, como es costumbre en Su Santidad, conserva la rara habilidad de unir a los distintos grupos humanos en un solo pensamiento: que nuestra vida ya no será la misma tras haber recibido Su Bendición y aceptado sus sabios consejos.
Porque Su Santidad nos muestra su sabiduría cada vez que proclama el respeto al ser humano, independientemente de su pensamiento, su creencia, su sexo y su opción sexual.
Su Santidad es sabio al constituirse en defensor de la Salud, y de la enseñanza y expansión de avanzados métodos profilácticos que preservan al ser humano de enfermedades.
Su Santidad obra con sabiduría cada vez que pregona la influencia positiva de la Ciencia y la Medicina, y los avances de ambas, en pos de la felicidad de las personas, de la recuperación de la calidad de vida y del alejamiento del dolor.
Su Santidad es sabio cuando defiende que la realización del ser humano puede tener lugar tanto en las labores de la casa como en el trabajo fuera del hogar, independientemente del sexo con el que uno haya tenido la virtud de llegar a este mundo igualitario y plural.
Su Santidad actúa con sabiduría cada vez que ampara la institución de la familia y la unión entre los seres que se aman, porque Su Santidad bien conoce, y así nos lo ha transmitido, que el Amor entre las personas fue instaurado por Dios y la Naturaleza desde el principio de los tiempos.
Su Santidad es sabio, por tanto, al pregonar el Amor Universal y los lazos que unen a las personas que, lejos de ser indisolubles, al tratarse de lazos y no de nudos, conectan a los seres mientras el vínculo se alimente de amor y no de obligaciones, ni contratos.
Su Santidad es sabio cada vez que fomenta el gasto del erario público para la difusión de su sabiduría. No hay nada que apacigüe más el hambre de los pueblos.
Su Santidad es sabio cuando proclama que se puede alcanzar la Verdad por cualquier camino, aunque sea distinto al trazado por su doctrina.
Su Santidad es sabio, por fin, al defender el erotismo y la sexualidad como una de las riquezas más grandes que nos ha regalado Dios y la Madre Naturaleza, y al propugnar que dicho don no debe ser despreciado por el ser humano, ni unido irremediablemente a la reproducción de la especie.
Por todo ello, doy la bienvenida a Su Santidad y le ruego que no dude ni un instante en volver a compartir sus sabias enseñanzas con nuestro pueblo.
Bienvenido, Su Santidad, y bienvenida su infinita sabiduría.
Mel y yo os esperamos este fin de semana.