¿Dónde vas?
¿Tan deprisa?
Respira.
Es lo único que tendrás, tu presente
inspiración; esa bocanada de aire que llena tus pulmones para aportarte oxígeno.
Más allá, nada es seguro, nada es preciso.
Abre los ojos, centra tu atención.
Mira lo que tocas, toca lo que observas, observa
lo que amas.
Saborea lo que tus labios apresan, céntrate
en la textura, la temperatura, el aroma.
Contempla tu respuesta.
¿Salivas?
Paladea.
¿Ronroneas?
Disfruta.
¿Cuánto tiempo hace que no miras a los ojos?
Entra en su alma.
A través de la mirada lo sabrás todo.
Quizá no te guste lo que encuentres.
Asúmelo.
Es el camino.
La vida está ante ti, no pases de largo.
La pereza es enemiga de la evolución.
Busca la mejor versión de tu persona.
La felicidad, esa idea tan mal buscada y peor
hallada, está al alcance de tu mano.
La atención lo es todo.
Presta atención a lo que haces.
Presta atención a lo que sientes.
Presta atención a lo que sueñas.
Presta atención a lo que amas.
Y, al final de todo, regala con generosidad
cuanto aprendas.
Convertirás este mundo en un lugar mejor
donde vivir.
Insurrectas se
está forjando.
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