jueves, 28 de febrero de 2019

22


Me llamo Cata De la Fuente.
Si me preguntas qué es 22, no sé muy bien qué responder.
Como periodista, te diría que contiene una noticia bomba a la que todos mis compañeros quisieran echarle el guante. No obstante, la Cata privada decide preservar a su modo esa información, maquillarla por el bien de ciertas personas.
Lo que sí puedo contarte es que 22 es una aventura que te va a poner la adrenalina a punto de nieve, que va a acelerarte el corazón, que te obligará a pensar qué es real y qué no, que te hará creer en lo imposible.
22 cuenta la historia de ocho seres absolutamente distintos, maravillosos, reales; tan reales que uno de ellos podrías ser tú. La historia de ocho personas que, aparentemente, no tienen nada en común, hasta que la vida les demuestra lo mucho que las une.
Nada es casual.
Como dice mi amigo Sergio Ríos: el veintidós es el más ambicioso de todos los números, por eso vuelve realidad los sueños imposibles.
Si nada lo remedia, tendrás 22 antes de Navidad en tus manos.

martes, 19 de febrero de 2019

Ni un paso atrás


Estoy furiosa.
Iduna, desde su larga experiencia vital, me pide que me tranquilice. He visto muchas cosas, Patricia. Lo resolveremos.
Pero yo no me calmo. No soy capaz de entender, ni mucho menos de consentir, el paso atrás que se vaticina.
No cabe un paso atrás en el derecho de las mujeres a la igualdad.
No cabe un paso atrás en la seguridad física y psíquica de las mujeres.
No cabe un paso atrás en el derecho a decidir sobre el propio cuerpo y la propia identidad.
No cabe un paso atrás en los derechos de las personas LGTBI
No cabe un paso atrás en el derecho a una sanidad y educación públicas al alcance de todas las personas.
No cabe un paso atrás en el derecho a un salario digno, a unas pensiones dignas, a una vivienda digna.
No cabe un paso atrás en la atención a la dependencia.
No cabe un paso atrás en el respeto a los derechos fundamentales de las personas, esos derechos que solo garantizan las formaciones que no se posicionan en un bloque de derechas cada vez más reaccionario; un bloque que todxs sabemos quién lo constituye. No hace falta dar nombres.
¿Qué podríamos hacer?
Muchísimo. De hecho, solo está en nuestra mano.
Que no falte un voto en las urnas de aquellas personas que, como yo, piensan que es indispensable respetar los derechos humanos. Que vuestros votos se alejen del bloque terroríficamente reaccionario; del bloque que quiere retrotraer la convivencia a los oscuros días de la dictadura.
NI UN PASO ATRÁS.