El tesón. Siempre he pensado que el tesón, la
perseverancia y la voluntad me llevarían a conseguir mis metas. Aunque sé que
también es necesario un poco de suerte, o un poco de magia, según se mire. Así sucedió
con Ronda. No me rendí, la busqué; la busqué hasta dar con ella.
Estaba convencida de que podría aplicar la misma
fórmula con Noe. ¡Qué ilusa fui! Creí que mi cabezonería lograría cazarla. Y me
lancé, arrastrando a Ronda conmigo.
Sin embargo, por mucho que persigas algo, no lo alcanzarás
hasta que la vida lo consienta, cuando sea el momento preciso. Así es. En el instante
oportuno, el destino te encuentra.
Te encuentra, te arrolla, te sorprende y te vuelve
del revés.
¿Y después?
Después te das cuenta de que nada es como te
imaginabas. Y no quiero decir con esto que vaya a ser necesariamente peor, pero
sí sorprendente, inesperado, catártico, revolucionario.
Maravillosamente revolucionario.
Regreso a Eterna os espera el 16 de noviembre en
Madrid. Acudid a la cita. No os arrepentiréis.
Palabra de Samoa.
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