Las últimas lluvias han intensificado el olor a mar
que se respira en el Beso de Luna. Hay que agradecer al fuerte viento de días
atrás el cielo embrujado que ahora mismo contemplamos Victoria y yo. El
temporal se ha encargado de barrer todo asomo de nubes y dejar al descubierto
un firmamento que tira de nosotras como un hechizo.
Victoria paladea un pequeño sorbo del vaso de vodka
que se ha llevado a los labios y siento de repente que se aleja varios lustros
de mí, del Beso de Luna e incluso de sí misma. Al cabo de un minuto, no sin
esfuerzo, baja la mirada para encontrarse con mi sonrisa inquisitiva.
—Lo sé, me he perdido unos segundos.
—No puedo reprochártelo.
—Tú nunca podrías —me suelta en un tono divertido.
—¿Sabes por qué estás aquí esta noche?
—Sí, mucha gente te está preguntando de qué va Mis noches en el Ideal Room.
—Exacto. Y creo que no existe nadie mejor que tú
para contestar a esa pregunta.
—Bueno, al fin y al cabo me convertiste en narradora
de la historia.
—Entonces, ¿te atreves a contar… sin contar?
—Puedo intentarlo. Si me preguntas por la clave de
la novela, te diría que, ante todo, habla de sentimientos y de ideales. Y de la
capacidad del ser humano para adaptarse a unas circunstancias que no se espera
y que le superan. Y de elecciones de vida. Y de lo que se puede y no se puede
cambiar.
—Eso son muchas cosas…
—Es lo que hay.
—¿Concretamos algo más?
—De acuerdo. Podría decir que la historia se
desarrolla en un ámbito espacio-temporal muy concreto: diecisiete días de mayo
de 1937 en Valencia, en plena retaguardia de la guerra civil española.
—¿Entonces habla de la guerra?
—No. Habla de lo que viven y sienten los personajes dentro
de un marco muy difícil de soslayar. Hay entrega, camaradería, inmediatez, miedo
y…pasión.
—¿Y habrá sorpresas?
—Habrá. Y sé que más de una persona verá Valencia
con otros ojos y descubrirá cosas que nadie le había contado.
—Y además está el Ideal Room…
—El café donde se reúnen intelectuales, artistas,
reporteros, políticos, idealistas… Por cierto, ha vuelto a abrir en el mismo
sitio después de casi ochenta años.
—Lo sé. El destino tiene esas cosas. Yo ya lo he visitado.
—Y yo. Muchas veces. Entonces y ahora. Y en mis
sueños.
—Tus sueños, que serán en breve los nuestros.
Mis noches en el Ideal Room se publicará en 2016. Cada vez más cerca.
3 comentarios:
Ya estamos con la ley seca...con un equilibrio adecuado puedes comer y beber lo que te plazca, querida Belén. Mis chicas lo hacen. Gracias por estar ahí.
Bienvenida al reto.
Mmmhhh muero de ganas por poder leerte ya. Qué ganas! Se echa de menos tener tus novelas entre las manos y estoy deseando ver esa Valencia a través de otros ojos con todo lujo de detalles.
Saludos y mil gracias!
Muchísimas gracias, Mayka. Gracias por esperar con ese cariño. Un abrazo enorme.
Mila
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