Hoy el Beso de Luna nos mira desde el fondo. De algún dispositivo cercano surge la voz sensual de
Tracy Chapman cantando Happy: “..should be happy to be loved, happy to be...”.
Incorporada
sobre un codo, utilizo mi mano como visera con el fin de admirar la deliciosa
estampa de Patricia zambulléndose en el mar; un mar que hoy nos estimula con su
mejor color esmeralda. Grandes gotas de sudor me resbalan por la piel bajo el castigo
de un sol demoledor, que incide oblicuo y sin compasión en esta tarde tórrida
de julio.
No muy lejos, Eva emprende una pequeña
carrera, como una niña mala con aviesas intenciones. Sin duda alguna, adivino
cuál es su objetivo; con un fuerte impulso enlaza a María por la cintura para
hundirse con ella en el agua cristalina. Fran desvía un instante la libidinosa atención
que estaba dedicando a los músculos cincelados de Iván, para sonreír ante la ocurrencia
alocada de su amiga.
Por el rabillo del ojo descubro, a unos
metros a mi izquierda, el gesto cargado de promesas de Carla hacia Mel, paseando
la yema del dedo índice por el labio superior de su compañera, que yace en la
toalla boca arriba a escasos milímetros de su silueta. Casi puedo vislumbrar el
vapor surgiendo de los dos cuerpos atrapados en su íntima burbuja de placer. Para
corroborar mi apreciación, la pareja no tarda ni un segundo en levantarse y
correr cogidas de la mano hacia el mar.
No puedo dejar de fijarme en el grupo de
mujeres hacia el cual va nadando Patricia. Las cuatro juegan como
adolescentes sin prejuicios. Una de ellas está enfrascada en una lucha por derribar
a la otra y hacerla caer al agua, encaramadas a los hombros de las otras dos
jóvenes que las sujetan con una fuerza nada convencional.
Todos los seres a mi alrededor se entregan
con deleite a este tiempo sin prisa, al lujo de unas horas que parecen
transcurrir a cámara lenta, sabedores de que, en cuanto el verano abandone sus
vidas, la experiencia de La daga fenicia
les arrastrará fuera del anonimato.
Gozad del calor, del alivio del mar, del
salitre, de la pereza sensual que acompaña a los días estivales. Yo también me voy
a permitir el consuelo de estas aguas cálidas del Mediterráneo.
En un tiempo muy breve La daga fenicia acelerará el pulso en vuestras venas.
*La
daga fenicia, que será publicada en otoño por la Editorial Egales, ha sido galardonada con el Premio Fundación Arena de narrativa LGTB (anterior Terenci Moix) en su VIII Edición.
6 comentarios:
Buen momento para salir a la luz.
Pues... leyendo las fascinantes historias de tus personajes, el verano se marchará sin nostalgia.
Un abrazo.
Asun
Gracias, querida Asun. Mientras tanto... a disfrutar de él.
son tan vividas las escenas q una se siente integrada en ellas.felicidades por tu buen hacer
¡Muchísimas gracias, amigx anónimx!
Concu: Me encantaría que contrataras a la fotografa Garrido para que les hiciera unas foticos robadas en esas aguas de ensueño. Con chicas de sueño jiiiii....jiiiii....lo siento, pero me encantan. A ver si te traes a alguna a Barna y la conocemos en la presentación.
¡Dalo por hecho! Un beso enorme, querida concu.
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