Mi vista se pierde en la línea del
horizonte donde el mar se deja seducir por el cielo y sus latidos se confunden.
Soy consciente de que llego tarde a mi cita en el Beso de Luna, pero no he
podido resistirme al embrujo de tonalidades plateadas, derramado por esa esfera
sobrecogedora que nos observa desde lo alto. El sonido rítmico de unos tacones que golpean sobre las baldosas del paseo marítimo hace que mi atención se desvíe. Me vuelvo
hacia el compás constante, hipnótico, y las comisuras de mi boca se estiran
hacia arriba al descubrir a la dueña de aquel eco que se hace cada vez más próximo.
En cuanto me alcanza, el viento se le enreda
en el pelo y ella lo retiene con una mano para que no me pierda ni un ápice del
brillo esmeralda que destilan sus ojos.
—Iba a entrar, pero te he visto. ¿Es
precioso, no? —comenta, contemplando el escenario nocturno.
—Me he detenido un momento y no puedo dejar
de mirarlo.
—Me arranca recuerdos intensos —afirma Patricia,
revelando cierta ensoñación en su voz.
—Sé exactamente a qué te refieres.
Ella se empecina en la observación de aquella
línea infinita y lejana que se hace borrosa por momentos. No quiere que
descubra lo que está a punto de desbordarse en su mirada. Pero yo conozco las
partes más recónditas de su alma. Y vosotr@s también lo haréis, en cuanto podáis
perderos en las páginas de La daga fenicia. Dejad que el verano transcurra…
3 comentarios:
COCNU: Dejaré que el verano transcurra, esperaré ansiosa tropezar con los zapatos de esos tacones, y luego recrearé esa imagen desconocida en mi mente que me perturba tras leerte. Pero por lo que más quieras no nos dejes así. Cuenta un poquito más, miénteme si quieres pero no seas tan mala, escritora.
Querida concu: sabes que ser mala es lo que mejor me sale... un besazo.
Prometo dejar pasar el verano agazapada tras las portadas de otros libros, pero en cuanto La Daga Fenicia llegue, no te me escaparás!!! ;)))
Publicar un comentario