¿Ganas
de bajarte del mundo?
¿Escepticismo
ante las noticias que escuchas? ¿Furia?
Hay
minutos en que todo pesa, aplasta, asfixia.
Otros
te revelan que la vida huele a azahar, sabe a dulce de leche, acaricia como el
ronroneo de un gato.
Y
luego están esos imprescindibles, los que cambian tu existencia para siempre.
Genera
instantes mágicos, alarga la dicha breve, pero, ante todo, abre los ojos a lo
que te rodea, presta atención.
En el
momento más inesperado, el destino da un vuelco, te zarandea, te desnuda, te
encumbra, te hunde, te renace, te multiplica.
Es
entonces cuando descubres que la rutina no existe, la creas.
huele la
brisa, mira al horizonte, acomódate en tu rincón preferido y vive 22.
Déjate
sorprender.