Esta noche permanecerá para siempre incrustada en mi retina. Es difícil encontrar tanta belleza acumulada en el mismo lugar. Y no sólo por la contemplación de las personas que me rodean, sino por la corriente extraordinaria de energía que se ha creado al exteriorizar generosamente su amor. Hemos decidido reunirnos en el Beso de Luna para dispensarnos mimos, besos y pasión a raudales de forma pública y notoria. Es nuestra forma de gritar:
ADIÓS, HOMOFOBIA. DESPARECE DE ESTE MUNDO.
Las copas se entrechocan lanzando un tintineo mágico al ambiente. Regamos nuestros paladares con el líquido burbujeante y los ojos se prenden de los labios de la persona más cercana. Muy despacio, aproximamos nuestros alientos hasta confundir la respiración ajena con la propia. Y acontece el choque de terciopelo, y todo se vuelve humedad y latido. El roce de las almas. ¿Tanto molesta este prodigio al mundo? ¿En qué nos hemos equivocado a lo largo de los tiempos para que se observe semejante milagro con ojos enfermos?
Patricia sujeta con delicadeza el mentón de Sara y saborea su boca con deleite, mientras ésta se entrega a sus caricias con los ojos cerrados y el corazón abierto.
Eva recibe los brazos de María en torno a su cuello como un foulard de seda acariciante.
Iván y Fran se funden en un abrazo único, majestuoso, de perfil incierto.
Carla se pierde en el calor de Mel, que no puede evitar retenerla junto a ella asiéndola un poco más allá de la cintura…
Y mi mujer se derrite en mi cuerpo y yo pierdo la noción del tiempo y el espacio.
La vida aplaude.
Celebradlo
Las copas se entrechocan lanzando un tintineo mágico al ambiente. Regamos nuestros paladares con el líquido burbujeante y los ojos se prenden de los labios de la persona más cercana. Muy despacio, aproximamos nuestros alientos hasta confundir la respiración ajena con la propia. Y acontece el choque de terciopelo, y todo se vuelve humedad y latido. El roce de las almas. ¿Tanto molesta este prodigio al mundo? ¿En qué nos hemos equivocado a lo largo de los tiempos para que se observe semejante milagro con ojos enfermos?
Patricia sujeta con delicadeza el mentón de Sara y saborea su boca con deleite, mientras ésta se entrega a sus caricias con los ojos cerrados y el corazón abierto.
Eva recibe los brazos de María en torno a su cuello como un foulard de seda acariciante.
Iván y Fran se funden en un abrazo único, majestuoso, de perfil incierto.
Carla se pierde en el calor de Mel, que no puede evitar retenerla junto a ella asiéndola un poco más allá de la cintura…
Y mi mujer se derrite en mi cuerpo y yo pierdo la noción del tiempo y el espacio.
La vida aplaude.
Celebradlo